El estilo indirecto libre (Preparación EBAU 2023 X)
Ayer estuvimos repasando algunos aspectos importantes de Réquiem por un campesino español. Hablando de la técnica narrativa y del multiperspectivismo, recordamos la importancia que tiene en esta novela (y también en Crónica de una muerte anunciada) el estilo indirecto libre.
Recordad que en el estilo indirecto libre las palabras (o incluso los pensamientos) de un personaje se integran en el discurso del narrador sin ningún tipo de transición o marcas propias del estilo directo o del estilo indirecto.
¿Podríais identificarlo en el siguiente fragmento?
Hubo un incidente que produjo cierta alegría secreta a mosén Millán. El médico de la aldea, un hombre joven, llegó, dio los buenos días, se quitó las gafas para limpiarlas -se le habían empañado al entrar-, y se acercó a la cuna. Después de reconocer al crío dijo gravemente a la Jerónima que no volviera a tocar el ombligo del recién nacido y ni siquiera a cambiarle la faja. Lo dijo secamente, y lo que era peor, delante de todos. Lo oyeron hasta los que estaban en la cocina.
Como era de suponer, al marcharse el médico, la Jerónima comenzó a desahogarse. Dijo que con los médicos viejos nunca había tenido palabras, y que aquel jovencito creía que sólo su ciencia valía, pero dime de lo que presumes, y te diré lo que te falta. Aquel médico tenía más hechuras y maneras que concencia. Trató de malquistar al médico con los maridos. ¿No habían visto cómo se entraba por las casas de rondón, y sin llamar, y se iba derecho a la alcoba, aunque la hembra de la familia estuviera allí vistiéndose? Más de una había sido sorprendida en cubrecorsé o en enaguas. ¿Y qué hacían las pobres? Pues nada. Gritar y correr a otro cuarto. ¿Eran maneras aquéllas de entrar en una casa un hombre soltero y sin arrimo? Ése era el médico. Seguía hablando la Jerónima, pero los hombres no la escuchaban.
Mosén Millán intervino por fin:
-Cállate, Jerónima -dijo-. Un médico es un médico.
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