Respuestas ejemplares... Temas de un fragmento de Crónica de una muerte anunciada
TEMA O TEMAS DEL FRAGMENTO EN RELACIÓN CON LOS TEMAS DE LA OBRA, de Crónica de una muerte anunciada, elaborada por Juan Gómez.
El abogado sustentó la tesis
del homicidio en
legítima defensa del
honor, que fue
admitida por el
tribunal de conciencia,
y los gemelos
declararon al final
del juicio que hubieran
vuelto a hacerlo
mil veces por
los mismos motivos.
Fueron ellos quienes vislumbraron el
recurso de la
defensa desde que
se rindieron ante
su iglesia pocos minutos
después del crimen.
Irrumpieron jadeando en la
Casa Cural, perseguidos
de cerca por un grupo de árabes enardecidos, y pusieron los cuchillos
con el acero limpio en la mesa del
padre Amador. Ambos
estaban exhaustos por
el trabajo bárbaro
de la muerte, y tenían la ropa y los brazos
empapados y la cara embadurnada de sudor y de sangre todavía
viva, pero él
párroco recordaba la
rendición como un
acto de una
gran dignidad.
-Lo matamos a conciencia -dijo Pedro Vicario-, pero somos inocentes.
-Tal vez ante Dios -dijo el padre Amador.
-Ante Dios y ante los hombres -dijo Pablo Vicario-. Fue un asunto de
honor.
Más aún: en la reconstrucción de los hechos fingieron un encarnizamiento
mucho más inclemente que el
de la realidad,
hasta el extremo
de que fue
necesario reparar con fondos públicos la puerta principal de la
casa de Plácida Linero, que quedó desportillada a punta de cuchillo. En el
panóptico de Riohacha, donde estuvieron tres años en espera del juicio
porque no tenían
con que pagar
la fianza para
la libertad condicional,
los reclusos más
antiguos los recordaban
por su buen
carácter y su
espíritu social, pero
nunca advirtieron en
ellos ningún indicio
de arrepentimiento. Sin
embargo, la realidad
parecía ser que los hermanos Vicario no hicieron nada de lo que convenía
para matar a Santiago Nasar de inmediato y sin espectáculo público, sino que
hicieron mucho más de lo que era imaginable para que alguien les impidiera
matarlo, y no lo consiguieron.
(Crónica de una muerte anunciada, Gabriel García Márquez)
A continuación, se realizará un análisis de los diferentes temas presentes en este fragmento de Crónica de una muerte anunciada (1981): la cuestión del honor, la responsabilidad colectiva y la justicia.
El tema principal de este fragmento y de toda la obra es la cuestión del honor. La trama de la novela gira en torno al asesinato de Santiago Nasar a manos de Pablo y Pedro Vicario. En este fragmento, nos encontramos ante los dos gemelos que se ven obligados a cometer el crimen para mantener el honor de la familia: “Lo matamos a conciencia (…) Fue un asunto de honor” (líneas 10, 12). La razón hay que buscarla en el hecho de que su hermana Ángela no ha llegado virgen al matrimonio y, según ella, el culpable es Santiago Nasar. El tratamiento que tienen este tema en toda la novela deja clara la crítica a las convenciones sociales de una comunidad moralmente muy cuestionable. De hecho, a pesar de ser conscientes de sus terribles actos y a pesar de haber intentado que se alguien se los impidiera (“hicieron mucho más de lo que era imaginable para que alguien les impidiera matarlo, y no lo consiguieron”, tal y como se puede leer en las líneas 20, 21), los hermanos no muestran arrepentimiento: “los gemelos declararon al final del juicio que hubieran vuelto a hacerlo mil veces por los mismos motivos” (líneas 2, 3). La razón es que han hecho lo que, según los códigos morales de esa sociedad, hay que hacer en esas circunstancias.
En tercer lugar, podríamos relacionar estos dos temas con el tema de la justicia. A este respecto, es importante destacar que la novela de Gabriel García Márquez recoge las consecuencias legales del crimen que comente Pedro y Pablo Vicario. De hecho, una de las fuentes principales en las que el narrador se basará para reconstruir la historia del asesinato de Santiago Nasar es el sumario redactado por el juez que investigó el caso. En este fragmento, sorprende mucho el modo en que uno de los hermanos confiesa el asesinato: "-Lo matamos a conciencia -dijo Pedro Vicario-, pero somos inocentes" (línea 10). Es precisamente este "pero somos inocentes" el elemento que sorprende, ya que ningún código penal actual contemplaría un eximente de esta naturaleza. Nuevamente, tenemos que acudir al código ético de esa comunidad para comprender que este asesinato responde a una lógica social diferente, en la que el elemento religioso, además, tal y como reconoce el padre Amador, está presente:
"-Lo matamos a conciencia -dijo Pedro Vicario-, pero somos inocentes.
-Tal vez ante Dios -dijo el padre Amador.
-Ante Dios y ante los hombres -dijo Pablo Vicario-. Fue un asunto de honor" (líneas 10-12).
En definitiva, podemos concluir que se trata de un fragmento muy relevante en cuanto a la temática de la obra, ya que aparecen algunos de los motivos más relevantes de toda la obra.
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