Desastre en la costa gallega
(Elaborado por Laura E.)
El 13 de diciembre de 2023 fueron encontrados los primeros
residuos de pellets (minúsculas bolas de plástico contaminantes utilizadas para
la fabricación de materia prima) en la costa gallega tras la pérdida de varios
contenedores por parte de un barco de carga polaco.
El 8 de diciembre de 2023 el buque nombrado Toconao, de
la empresa Bedeko Europe, perdió 6 de los contenedores que transportaba a
varios kilómetros de la bahía de Viana do Castelo (Portugal). Uno de ellos
cargaba 1.000 sacos llenos de pellets que fueron repartidos por la costa
portuguesa. A través del mar, estos residuos llegaron a las playas gallegas el
13 de diciembre, pero hasta el 5 de enero de 2024 no se decretó nivel de
emergencia. El 8 de enero estos micro plásticos alcanzaron Asturias, y al día
siguiente ya flotaban por el mar Cantábrico. Su limpieza resulta una tarea casi
imposible debido a su reducido tamaño y color transparente, además de su adherencia
a la arena de las playas. A pesar de esto, la Xunta de Galicia no envió
operarios para el trabajo de limpieza, los propios ayuntamientos tuvieron que
arreglárselas a base de ciudadanos voluntarios.
Este suceso recuerda al trágico accidente del Prestige
en Galicia, reconocido como la mayor catástrofe medioambiental en España. El 13
de noviembre de 2002 un braco sufrió un terrible accidente causado por una
tormenta, la cual partió en 2 una vía de agua y dejó libres 77.000 toneladas de
fuel. La tardía e insuficiente acción del gobierno hizo que la sustancia se
expandiera por el litoral norte peninsular, provocando un desastre en la flora
y fauna del medio. Además, su extracción fue extremadamente costosa a causa de
la viscosidad y toxicidad de la materia, y fueron necesarios miles de
voluntarios en todo el país para llevarlo a cabo. Posteriormente, todos ellos
se unieron para formar el movimiento Nunca Máis, que protestaba por las
mentiras del Gobierno, falta de seriedad y retraso de medidas de contingencia.
Todo ello me lleva a la conclusión de que no estamos
aprendiendo de nuestros errores pasados. Si así fuera, la reacción de ayuda y
emergencia este enero en Galicia hubiera sido inmediata. Me entristece pensar
que una tragedia que conmocionó a todo un país no haya servido de escarmiento
para situaciones posteriores. Por otro lado, es reconfortante el hecho de que
tantos residentes formen voluntariados con el fin de limpiar la contaminación
marina de sus aguas. Al fin y al cabo, parece que sólo las grandes tragedias
logran unir a los vecinos, pero el Gobierno no acaba de aprender la lección.
ENLACES:
·
Claves de la marea de pellets plásticos en Galicia: qué
son, por qué se reaccionó tan tarde y a quién le corresponde limpiarlos
(eldiario.es)
·
Limpiar todos los pellets de las playas de Galicia puede
llevar años, alerta la OMI (elespanol.com)
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